El propósito de esta investigación es conocer cómo se manifiesta el fenómeno del conflicto en el ámbito de las personas sin hogar, y más concretamente en un espacio de convivencia e interacción como es un centro residencial dirigido a este colectivo. Analizar esta realidad es esencial, ya que su conocimiento facilita el desarrollo de estrategias y acciones encaminadas a mejorar las relaciones interpersonales y el ambiente del centro, reconducir y optimizar los procesos de intervención profesional, generar nuevas relaciones informales de apoyo y promover el bienestar de las personas usuarias.

Este acercamiento permitirá desarrollar intervenciones más acordes con la realidad de los centros y del colectivo, facilitando la resolución pacífica y satisfactoria de los conflictos y promoviendo una convivencia adecuada. Los conflictos que se producen entre personas sin hogar no han sido analizados en profundidad en los distintos contextos de interacción, y mucho menos en un centro residencial, que ofrece alojamiento y servicios auxiliares para satisfacer las necesidades básicas y profesionales de este colectivo, incluyendo la atención enfocada a la reducción de daños, búsqueda de alternativas ajustadas a sus necesidades y la reinserción social.

Actualmente, no se han localizado investigaciones previas que expliquen cómo se manifiesta el conflicto, sus efectos, el papel de los agentes involucrados, las medidas aplicadas o la consecución de soluciones positivas para las partes implicadas. El conflicto, como elemento natural en los espacios de interacción y convivencia, supone una oportunidad de aprendizaje y entrenamiento, con posibles repercusiones en otras esferas de la vida. Desarrollar la capacidad para gestionarlos adecuadamente puede ser un elemento de protección y fortaleza que permita a las personas sin hogar atender y resolver otras situaciones cotidianas, contribuyendo a superar el sinhogarismo.

Existe también desconocimiento sobre la intensidad y frecuencia con la que este colectivo vive situaciones conflictivas dentro de un centro de estas características. Asimismo, se desconoce la percepción que tienen los profesionales que prestan servicios en estos recursos sobre los conflictos, así como su habilidad para gestionarlos durante la intervención profesional. Tampoco se cuenta con estudios específicos sobre las estrategias que las personas sin hogar utilizan para afrontar y gestionar los conflictos, ni sobre las metas que persiguen en dichas situaciones.

Identificar estas situaciones conflictivas, comprender cómo se comportan las personas usuarias, educar en la importancia de afrontarlas de manera racional, justa y productiva, y promover que todos los agentes implicados desarrollen destrezas para tratarlos de forma constructiva y beneficiosa, permite fomentar la cultura de la paz y generar un ambiente armonioso que facilite la convivencia adecuada, la integración social de las personas sin hogar y la labor profesional de los equipos de intervención.

Actualmente, no existe certeza sobre las particularidades de los conflictos en recursos y servicios dirigidos a personas en situación de exclusión social, especialmente en el contexto del sinhogarismo. La falta de estudios e información dificulta el establecimiento de protocolos y modelos de intervención efectivos ante la ausencia de datos concluyentes sobre la tipología de conflictos que surgen en estos contextos.

Por ello, nuestro trabajo estudiará diferentes dimensiones de los conflictos: su frecuencia e intensidad, las estrategias y metas que persiguen las personas usuarias, y la manera en que los profesionales actúan frente a estas situaciones problemáticas. La información obtenida permitirá conocer de primera mano esta realidad, comprender cómo las personas sin hogar valoran los conflictos generados en el recurso y favorecer la toma de medidas para mejorar la convivencia y optimizar los procesos de intervención social implementados por los equipos profesionales.

Organismos participantes: Las instituciones y organizaciones participantes han sido la propia empresa Grupo 5 y el Instituto Municipal de Atención Social.